Continuamos con ésta triada dedicada a uno de mis subgéneros favoritos del rock, el stoner, y en ésta segunda entrada, ahondaremos un poco también en el compañero más cercano del stoner, el grunge, que también destacamos en la primera entrada como ventana de difusión al stoner rock; sin embargo, habría que aclarar que aunque están fuertemente ligados en sus bases, su desarrollo ha sido históricamente muy distinto, y la presencia que adquirieron en el mainstream de la década de los 90's, poco a poco ha ido perdiendo lugar, al grado de que difícilmente podemos encontrar una banda reciente que pueda ser tomada netamente como grunge o stoner, más aún, pocas bandas nuevas o recientes, muestran un reducido interés en géneros como los que acabo de mencionar, pero terminan por confundirlo con el uso indiscriminado de drogas por el simple hecho de drogarse y aparentar que son rockeros, lo que les convierte en destellos efímeros de una genialidad ajena a ellos, pues la historia de éste maravilloso género nos muestra que para conseguir la longevidad es necesario asimilar una verdad ineludible: primero es el rock y luego las drogas.
Para entender todo género y subgénero musical, es imprescindible extraer sus orígenes y abstraer el modo en el que se incorporan al género en concreto, por ejemplo, para entender el rockabilly, tendríamos que extraer como sus influencias directas al blues y al jazz, pero es obvio que el rockabilly no suena igual que estos otros dos géneros, para poder comprenderlos como influencias directas del rockabilly tendríamos que analizar la incorporación de ambos en el ritmo de éste: del blues se incorporan las escalas y la estructura basada en tres acordes que generalmente parten del acorde mayor de la nota de origen, van hasta el acorde del quinto tono que le sigue en ascendencia, rematan el compás con el acorde del séptimo y se regresa de forma descendiente sobre la misma estructura; del jazz toman los ritmos y compases establecidos por las percusiones, aunque para acoplarlos a la línea del blues, fue necesario restarle terreno a la improvisación percusionista, con lo que se llega al ritmo tan movido y característico del rockabilly. De igual manera, cuando tratamos de aclararnos en qué consisten musicalmente tanto el grunge como el stoner rock, necesitamos extraer sus influencias directas y entender de qué forma las abstracciones de dichas influencias se incorporan en el todo que representan ambos subgéneros, pero, ¿cuáles serían las influencias directas de ellos?
Desde finales de la década de los sesentas y con mayor rigor durante la década de los setentas se sentaron las bases de muchos de los géneros que escuchamos hoy en día, los precursores de los movimientos que vieron su auge durante la década de los ochentas y alcanzaron la cima comercial en los noventas, en su mayoría nunca salieron del margen, tuvieron que subordinarse ante la aplastante popularidad de las bandas del mainstream, pero como siempre han existido quienes buscan en el underground, ya sea por una búsqueda de alternativas o por un intento de reafirmarse como únicos y originales dentro de la masa, las bandas que comenzaban a trabajar en opciones sónicas alternativas, pudieron ver poco a poco la luz de la superficie y sus obras comenzaron a incorporarse en el trabajo de nuevas bandas que consiguieron una notoriedad mayor y una mejor posición en la historia del rock. Bandas como The Velvet Underground de la escena avant-garde neoyorquina; Can, Guru Guru y Popol Vuh, de la escena del krautrock alemán, comenzaban a trabajar sobre manifestaciones musicales amorfas, con una estructura poco convencional que provocó su marginación en la escena popular en los setentas; bandas como Pixies o Sonic Youth, en los ochentas, daban continuidad a dichas manifestaciones y resultarían, junto con las bandas anteriormente mencionadas, influencias directas en el nacimiento y desarrollo del grunge; aunque también para el stoner había precursores: en los setentas, bandas como Masters of Reality, Hawkwind y T-Rex, con ritmos psicodélicos pero de un sonido más áspero y menos digerible para la subcultura hippy, pero también estaban bandas como Ciruela, los Dug Dug's y El Ritual, las cuales, desde mi punto de vista, resultan de mayor relevancia en el stoner rock como concepto y escena; queda claro que el grunge obtiene su madurez comercial hasta la década de los noventas, mientras que para la misma época, el stoner es ya un ritmo definido y establecido, y la comercialidad es intrínsecamente incompatible a su esencia clasicista, es decir, que el grunge representa lo nuevo y el stoner el enésimo aire del denominado rock clásico, o sea, el rock de los setentas; sin embargo, abundaremos un poco más sobre la genealogía de ambos subgéneros en la siguiente entrada, por el momento, intentaremos brevemente extraer las influencias directas del grunge y el stoner, y comprender de qué manera se incorporan en sus formas más maduras.
Empecemos por el grunge: cualquiera que escuche el término, probablemente se remitirá de manera directa a Nirvana o el uso de camisas a cuadros y pantalones deshilados, pero musicalmente, el grunge remite a la aparente carencia de una línea estructural definida, similar a la que impera en el rock de The Velvet Underground y de las bandas del krautrock, lo cual le da una figura que lo diferencia del stoner; quizá en menor medida, el grunge toma la elaboración de piezas melódicas y armoniosas, los cuales se pueden notar principalmente en canciones de Pixies; pero su sonido no se detiene ahí, el grunge, incorpora distorsiones características del heavy metal, al igual que toma características de la batería metalera como el uso de ritmos rápidos y cambios altamente elaborados en los mismos; basta con escuchar canciones como Sea of sorrow de Alice in Chains, Porch de Pearl Jam, Spoonman de Soundgarden o el clásico Smells like teen spirit de Nirvana, para notar cómo se incorporan todos los elementos citados.
Analicemos ahora al stoner rock (escúchese para ello al Black Sabbath de canciones como Planet Caravan o Supernaut): en cuanto a imagen, el stoner rock en su forma establecida oficialmente, nos remite a personajes vestidos como vaqueros o cazadores desérticos, coches low-rider, mujeres con apariencia de vedettes y motociclistas al estilo chopper adictos a los juegos de azar; musicalmente, el stoner toma el poderío sonoro de bandas del krautrock como Kraftwerk que experimentaba con el sonido industrial en su música, pero es indudable que lo que nutre al stoner (de ahí su nombre) es el rock psicodélico (algunos pasajes Floydianos de discos como Meddle o Animals, trabajos de T-Rex y el trabajo de las bandas mexicanas antes mencionadas), el space rock (Hawkwind) y el sonido oscuro arrancado a volutas de los momentos más célebres de Sabbath; resultaría estéril y poco ilustrativo describir poco a poco cómo es que se incorporan estos elementos en el sonido concreto del stoner rock, por lo que servirá bastante para comprender mejor, escuchar temas como Look to your orb for the warning de Monster Magnet, Themes for the Scientist of the invisible de Masters of Reality, Green Machine de Kyuss o The blood is love de Queens of the Stone Age, cuyas discografías, por cierto, recomiendo altamente.
Por supuesto, al ser subgéneros que ven la luz pública casi simultáneamente, tanto las bandas de stoner rock llegan a rayar en lo grunge, ya por aspecto, ya por sonido, como las bandas mismas del grunge llegan a tener momentos stoner; Soundgarden, por ejemplo, en su disco Superunknown, llega a trabajar rayando los límites entre el grunge y el stoner, al igual que Alice in Chains en el Dirt (un buen ejemplo sería la canción Would?), de igual manera, Queens of the Stone Age llega a sonar grunge en temas como You think i ain't worth a dollar but i feel like a millionaire; son estos intercambios sónicos lo que lleva frecuentemente a confundir ambos subgéneros, y aunque a lo largo de ésta segunda parte se ha intentado clarificar en qué consisten las formas de los dos, cabe aclarar que hay diferencias muy marcadas entre ellos, por ejemplo, en la actualidad los dos han perdido terreno y audiencia, pero el stoner se sigue trabajando bajo los mismos estatutos, mientras que el grunge prácticamente ha perdido cohesión como movimiento colectivo, al punto de que bandas como Pearl Jam o Stone Temple Pilots son consideradas coloquialmente como parte del género denominado alternativo, en el que toda banda que sea difícil de englobar fuera de él, entra en él, lo cual es, desde mi punto de vista, bastante absurdo.
Existen un par de diferencias que considero sustancialmente trascendentes entre el stoner rock y el grunge, una de ellas es musical y la otra va más allá de la música: primero, debe reconocerse que el grunge trajo consigo a una camada de las mejores voces que se pueden escuchar en el rock, nombres como Layne Staley, Mark Lanegan, Kurt Cobain, Eddie Vedder, Scott Weiland o Chris Cornell, han quedado registrados en las páginas de la historia del rock como grandes voces, que le dan un sentido totalmente distinto al papel que desempeña el vocalista dentro de una banda, puesto que no son los típicos frontman carismáticos y extrovertidos, mucho menos un showman que te tiene entretenido durante los interludios que suceden entre el final del coro y el inicio del solo, no, todos ellos mostraban, y muestran, un carácter sombrío, rostros lúgubres y marcados por la experiencia que deja el saberse en la soledad, por lo que su personalidad se envuelve en un misticismo que hace que uno se entregue a la reflexión, guiado únicamente por el deslizamiento de sus tonos y sus texturas; lo anterior es algo que comúnmente no vemos en el stoner, pues el principal equipaje con que se cuenta para el viaje, es el elemento musical del stoner mismo, su pesadez, su oscuridad y la atmósfera que se crea, aunque existen momentos destacados, como sucede en el tema No one knows, de Queens of the Stone Age, pero generalmente es el elemento musical el que toma mayor importancia.
Segundo, a pesar de que las drogas juegan un papel muy importante en el stoner rock, son muy raros los casos de gente dedicada al stoner que terminen con un final trágico o de implicaciones legales y médicas, mientras que en el grunge parece formar parte de su efímera realidad; todos sabemos el final que tuvieron Cobain y Staley, por ejemplo, o los problemas que se acarreó Scott Weiland queriendo abastecerse de provisiones en un barrio de Brooklyn; Eddie Vedder ha tenido problemas con el alcohol muchas veces, los cuales ha sabido sobrellevar, al igual que Lanegan, pero por algo siguen vigentes en el rock, como Chris Cornell, cuyas aventuras con la heroína acabaron en buenos términos pero no lo llevaron a la perfección, por el contrario, le han metido en problemas vocales muy graves, al grado de que probablemente su participación en Audioslave haya sido su último momento glorioso como vocalista; en el stoner, tenemos el ejemplo de Dave Wyndorf, de Monster Magnet, que cayó en problemas de drogadicción, entró a rehabilitación, se hizo adicto al tratamiento que le dieron para superar su adicción a las otras drogas y ahora está en rehabilitación para superar su adicción al tratamiento, pero cuando nos detenemos a pensar en todo lo que eso le ha acarreado como músico, confirmamos lo que pasa cuando se deja de lado el rock y se le da prioridad a las drogas; con todo esto no estoy satanizando el uso de drogas, ni mucho menos estoy demeritando el trabajo de aquellos que para inspirarse usan drogas, ambos subgéneros nos han dejado episodios muy memorables como el disco In Utero de Nirvana, Ten de Pearl Jam o el Facelift de Alice in Chains, así como discos del calibre de Rated de Queens of the Stone Age, Dopes to Infinity de Monster Magnet o Welcome to the Sky Valley de Kyuss, pero sí creo que es importante considerar que al darle prioridad a lo accesorio, condenamos a la esencia a desaparecer. El rock siempre ha sido públicamente mal visto y juzgado severamente por todo lo accesorio que encierra, pero aquellos que han logrado atender con el esmero debido la esencia del rock, lo han colocado como una entidad inmortal, trascendente más allá de lo puramente musical, algo que muchas de las bandas en la actualidad han pasado por alto, pero el rock mismo se ha encargado de ponerlos en el lugar que les corresponde.
Cuando salió el disco Highly Evolved de The Vines, muchos pensamos que se trataba del resurgimiento comercial del grunge, pero bastó un par de años para deshacer ésa ilusa percepción, lo mismo pasó con el primer disco de la banda llamada Black Tide (no sé si hayan grabado más, la verdad), muchos tuvimos la pequeña esperanza de que se tratara de un nuevo aire del thrash metal, pero en cuanto vinieron a la Ciudad de México, nos dimos cuenta de que no se trataba de otra cosa más que de unos mocosos queriendo la vida del rockstar, mucha imagen y poco rock; el grunge tuvo su momento y lo desperdició, nos dejó una masa de adoradores nostálgicos y dependientes de los antidepresivos, muchos de ellos son los culpables de que existan cosas hoy en día como el emo y el que gustan de llamar screamo, como dice Jack Black: "grunge tried to kill the metal, they failed as they were thrown to the ground; grunge tried to dethrone the metal, but metal was in the way"; mientras tanto, el stoner rock le ha dado nuevos aires al metal, pero corre el riesgo de desaparecer por ser malinterpretado como un género que requiere drogas para existir; ambos comparten el origen de adolescentes marginados, sólo que la gente del grunge, quiso consumir todo lo que históricamente les había sido negado, enfermaron de fama y en ello les fue el rock que tenían, algunos lograron sobrevivir, es cierto, pero la escena en su conjunto ha tendido a la decadencia y la desaparición; por el contrario, el stoner ahí sigue, buscando darle más vida todavía al rock y el metal, no es coincidencia que la escena stoner rock, tenga tanta actividad entrelazada: Fu Manchu, Queens of the Stone Age, Mondo Generator, Masters of Reality, Monster Magnet, Them Crooked Vultures, The Atomic Bitchwax, Hermano, Orquesta del Desierto, Eagles of Death Metal y la participación de la mayoría de los miembros de éstas bandas en las llamadas Desert Sessions; quizá sea bien cierto que es casi inimaginable la cantidad de marihuana que se ha de fumar durante los ensayos y sesiones de grabación, pero el rock, ahí está como muestra de lo que se hace en el stoner rock, y es que, comparándolo con la escena grunge, es irrefutable que no es lo mismo stoned, que stoner.
|
Stoned imagen tomada del sitio http://robinsonvargas-robinson.blogspot.com |