viernes, 15 de octubre de 2010

Stoner Rock III: Gods bless Black Sabbath



Black Sabbath, la banda que dio imagen a la escena oscura del rock, la banda que mezclaba el terror con la música, los que le daban un sentido distinto a la distorsión sonora, los que retomaban (sin saberlo demasiado) el tritono en la música para mostrar una postura, aquellos que se burlaban de quienes detentan el poder en los más altos estratos de la sociedad, la banda que dejó escapar al stoner rock de una prisión que las utópicas ideas de los hippies le impuso y que de la misma forma en que fue encerrado, habría de liberarse por el uso más pesado e intempestivo de altas dosis de diversas drogas; Black Sabbath, la banda que mostró al stoner el mundo fuera de las mentes de Ozzy Osbourne, Tony Iommi, Geezer Butler y Bill Ward.

Entre los cargos que se pueden imputar directamente a Sabbath están el de su intervención en la historia como generadores de un nuevo sonido que posteriormente habría de denominarse heavy metal, la multiplicidad del uso de la oscuridad en muchos sentidos (atuendo, presentaciones, lírica, etc.), y por supuesto, el peso que su nombre representa en la definición posterior del stoner rock; hay que hacer una distinción muy importante en éste punto: si bien Black Sabbath es el padre del heavy metal y el stoner rock es sólo otra de las múltiples ramificaciones de éste, no es una cuestión puramente lógica el que Black Sabbath signifique algo tan grande para el stoner, puesto que al heavy metal se encargaron de darle forma una gran cantidad de bandas posteriores a Sabbath; en primera instancia tendríamos entre las bandas que le dieron cuerpo al heavy metal a Iron Maiden y Judas Priest, las cuales aparte de la influencia que dejaban ver de Sabbath en sus letras y actitudes, tenían las influencias muy marcadas de Led Zeppelin y Deep Purple en cuanto a la composición más elaborada de sus canciones y el uso de tonos más altos en la vocalización, pero no sólo eso, si Maiden y Judas redefinieron el heavy metal, fue principalmente por el uso de las denominadas twin guitars que en Sabbath aún no aparecen; casi a la par de éstas bandas, Mötorhead, a mi parecer debido al consumo de anfetaminas de Lemmy Kilmister, se encargaría de dotar de una velocidad más alta al heavy metal, además de brindar el sonido áspero y sucio que tanto molesta a los padres de quienes escuchamos éste tipo de música (lo cual creo que terminará en menos de cinco años, honestamente); ya posteriormente, el metal tomaría nuevos aires con la aparición de subgéneros como el thrash, death, speed, power, doom, glam, groove, black, progressive, etcétera, los cuales serían llevados a cabo por bandas que adoptaron todas las influencias anteriores a sus incursiones particulares; pero el stoner y el grunge no pueden tomarse directamente como modificaciones de los sonidos de Maiden, Judas, Mötorhead (aunque sí creo que de la banda anterior de Lemmy, Hawkwind), Metallica, Megadeth, Slayer, Sepultura, Pantera, Death o Testament.

En canciones como War pigs, Children of the grave, Iron man, Symptom of the universe, Paranoid, Never say die o Snowblind, podemos escuchar a un Black Sabbath de un sonido pesado y donde los riffs de Tony Iommi cobran una importancia vital en el desarrollo de las canciones y la voz de Ozzy suena siniestra y desgarradora, materia prima del heavy metal posterior; sin embargo, en canciones como Black Sabbath, Embryo, Planet Caravan, Supernaut, Fairies wear boots, Dirty woman, The dark o Zero the Hero, escuchamos a un Sabbath más experimental, donde las participaciones de Bill Ward y Geezer Butler son más activas y tanto Iommi como Osbourne aportan un ambiente más oscuro y denso; Iommi, en gran parte debido a un accidente que sufrió de joven, en el cual perdió parte de las puntas de los dedos de la mano derecha, creó unos dedales especiales para poder seguir tocando y utilizó una afinación diferente en la guitarra para no lastimarse, aunque la textura vocal de Ozzy nunca quedó fuera de lugar (en el stoner, recordemos que la afinación llega a ser en ocasiones hasta cuatro semitonos más abajo que la convencional afinación en Mi); es ésta faceta sonoramente más experimental y líricamente más ultraterrena de Black Sabbath, junto con las aportaciones de bandas como Hawkwind, Masters of Reality y T-Rex, a la que el stoner rock daría continuidad; cualquiera que escuche los trabajos de bandas como Kyuss o Queens of the Stone Age y los tome como eventos aislados en la historia del rock, tarde o temprano terminará por darse cuenta del grave error en el que está cayendo, y ahora mismo aclararemos el por qué de este error.

En la actualidad, la crítica convencional toma a Kyuss como los creadores formales del stoner rock y al denominado desert rock como su influencia inmediata, pero apoyar fervientemente tal afirmación equivale en primera instancia a negar el trabajo del Sabbath experimental, de Hawkwind, Masters of Reality y T-Rex; en segunda instancia, equivale a tomar a Kyuss como pioneros en el uso de drogas alterativas de la consciencia para la creación de música (stoner es un término empleado para referirse principalmente a los fumadores de marihuana), cosa que en el rock se ha visto al por mayor y que distingue a una infinidad de bandas; y tercero, no puedo explicar cuánto me enorgullece esto, sería como decir que Kyuss es único y original en el sentido de la aplicación experimental de la mezcla cultural que hay en ellos puesto que provienen de Palm Springs, en California, estado habitado por una gran cantidad de migrantes mexicanos, lo cual podemos ver en algunos aspectos como la vestimenta, su gusto por los carros conocidos como Low-Riders, el uso de términos surgidos de la mezcla entre los idiomas español e inglés, así como de palabras en español.

¿Por qué no es único y original Kyuss en ése sentido?, por la simple razón de que  la aplicación de dicha mezcla en su música e imagen, es totalmente comprensible, no así evidente, cuando se destaca el hecho de que algunas de las bandas que mejor empezaron a trabajar el stoner rock (sin ser todavía denominado oficialmente stoner) son, orgullosamente, mexicanas: en menor medida La Revolución de Emiliano Zapata (Guadalajara, Jalisco), Náhuatl (Tijuana, Baja California) y Los Dug Dug's (Durango, Durango) y con mayor notoriedad, Ciruela (Reynosa, Tamaulipas), y por supuesto, mi favorita, El Ritual (Tijuana, Baja California). Nótese que estas bandas, logran una elaboración musical más determinada que muchos otros de sus coterráneos y contemporáneos; más aún, dada su cercanía con los Estados Unidos, se ven influenciadas con menor impureza de la escena musical psicodélica estadunidense y de la música inglesa que se importaba en ése país, pero es el retome de raíces culturales prehispánicas lo que les lleva a conseguir una unicidad musical, aunque abundan de igual manera en percepciones místicas y oscuras que normalmente eran ajenas a los aparentemente siempre felices y buena vibra hippies, lo cual, nos remite de nueva cuenta al impacto que representa Sabbath en el desarrollo de gran parte del rock y, con mayor énfasis, llevará por siempre a pedir una sola cosa: que los dioses del rock bendigan a Black Sabbath.

Stoner Rock II: No es lo mismo stoned y stoner

Continuamos con ésta triada dedicada a uno de mis subgéneros favoritos del rock, el stoner, y en ésta segunda entrada, ahondaremos un poco también en el compañero más cercano del stoner, el grunge, que también destacamos en la primera entrada como ventana de difusión al stoner rock; sin embargo, habría que aclarar que aunque están fuertemente ligados en sus bases, su desarrollo ha sido históricamente muy distinto, y la presencia que adquirieron en el mainstream de la década de los 90's, poco a poco ha ido perdiendo lugar, al grado de que difícilmente podemos encontrar una banda reciente que pueda ser tomada netamente como grunge o stoner, más aún, pocas bandas nuevas o recientes, muestran un reducido interés en géneros como los que acabo de mencionar, pero terminan por confundirlo con el uso indiscriminado de drogas por el simple hecho de drogarse y aparentar que son rockeros, lo que les convierte en destellos efímeros de una genialidad ajena a ellos, pues la historia de éste maravilloso género nos muestra que para conseguir la longevidad es necesario asimilar una verdad ineludible: primero es el rock y luego las drogas.

Para entender todo género y subgénero musical, es imprescindible extraer sus orígenes y abstraer el modo en el que se incorporan al género en concreto, por ejemplo, para entender el rockabilly, tendríamos que extraer como sus influencias directas al blues y al jazz, pero es obvio que el rockabilly no suena igual que estos otros dos géneros, para poder comprenderlos como influencias directas del rockabilly tendríamos que analizar la incorporación de ambos en el ritmo de éste: del blues se incorporan las escalas y la estructura basada en tres acordes que generalmente parten del acorde mayor de la nota de origen, van hasta el acorde del quinto tono que le sigue en ascendencia, rematan el compás con el acorde del séptimo y se regresa de forma descendiente sobre la misma estructura; del jazz toman los ritmos y compases establecidos por las percusiones, aunque para acoplarlos a la línea del blues, fue necesario restarle terreno a la improvisación percusionista, con lo que se llega al ritmo tan movido y característico del rockabilly. De igual manera, cuando tratamos de aclararnos en qué consisten musicalmente tanto el grunge como el stoner rock, necesitamos extraer sus influencias directas y entender de qué forma las abstracciones de dichas influencias se incorporan en el todo que representan ambos subgéneros, pero, ¿cuáles serían las influencias directas de ellos?

Desde finales de la década de los sesentas y con mayor rigor durante la década de los setentas se sentaron las bases de muchos de los géneros que escuchamos hoy en día, los precursores de los movimientos que vieron su auge durante la década de los ochentas y alcanzaron la cima comercial en los noventas, en su mayoría nunca salieron del margen, tuvieron que subordinarse ante la aplastante popularidad de las bandas del mainstream, pero como siempre han existido quienes buscan en el underground, ya sea por una búsqueda de alternativas o por un intento de reafirmarse como únicos y originales dentro de la masa, las bandas que comenzaban a trabajar en opciones sónicas alternativas, pudieron ver poco a poco la luz de la superficie y sus obras comenzaron a incorporarse en el trabajo de nuevas bandas que consiguieron una notoriedad mayor y una mejor posición en la historia del rock. Bandas como The Velvet Underground de la escena avant-garde neoyorquina; Can, Guru Guru y Popol Vuh, de la escena del krautrock alemán, comenzaban a trabajar sobre manifestaciones musicales amorfas, con una estructura poco convencional que provocó su marginación en la escena popular en los setentas; bandas como Pixies o Sonic Youth, en los ochentas, daban continuidad a dichas manifestaciones y resultarían, junto con las bandas anteriormente mencionadas, influencias directas en el nacimiento y desarrollo del grunge; aunque también para el stoner había precursores: en los setentas, bandas como Masters of Reality, Hawkwind y T-Rex, con ritmos psicodélicos pero de un sonido más áspero y menos digerible para la subcultura hippy, pero también estaban bandas como Ciruela, los Dug Dug's y El Ritual, las cuales, desde mi punto de vista, resultan de mayor relevancia en el stoner rock como concepto y escena; queda claro que el grunge obtiene su madurez comercial hasta la década de los noventas, mientras que para la misma época, el stoner es ya un ritmo definido y establecido, y la comercialidad es intrínsecamente incompatible a su esencia clasicista, es decir, que el grunge representa lo nuevo y el stoner el enésimo aire del denominado rock clásico, o sea, el rock de los setentas; sin embargo, abundaremos un poco más sobre la genealogía de ambos subgéneros en la siguiente entrada, por el momento, intentaremos brevemente extraer las influencias directas del grunge y el stoner, y comprender de qué manera se incorporan en sus formas más maduras.

Empecemos por el grunge: cualquiera que escuche el término, probablemente se remitirá de manera directa a Nirvana o el uso de camisas a cuadros y pantalones deshilados, pero musicalmente, el grunge remite a la aparente carencia de una línea estructural definida, similar a la que impera en el rock de The Velvet Underground y de las bandas del krautrock, lo cual le da una figura que lo diferencia del stoner; quizá en menor medida, el grunge toma la elaboración de piezas melódicas y armoniosas, los cuales se pueden notar principalmente en canciones de Pixies; pero su sonido no se detiene ahí, el grunge, incorpora distorsiones características del heavy metal, al igual que toma características de la batería metalera como el uso de ritmos rápidos y cambios altamente elaborados en los mismos; basta con escuchar canciones como Sea of sorrow de Alice in Chains, Porch de Pearl Jam, Spoonman de Soundgarden o el clásico Smells like teen spirit de Nirvana, para notar cómo se incorporan todos los elementos citados.

Analicemos ahora al stoner rock (escúchese para ello al Black Sabbath de canciones como Planet Caravan o Supernaut): en cuanto a imagen, el stoner rock en su forma establecida oficialmente, nos remite a personajes vestidos como vaqueros o cazadores desérticos, coches low-rider, mujeres con apariencia de vedettes y motociclistas al estilo chopper adictos a los juegos de azar; musicalmente, el stoner toma el poderío sonoro de bandas del krautrock como Kraftwerk que experimentaba con el sonido industrial en su música, pero es indudable que lo que nutre al stoner (de ahí su nombre) es el rock psicodélico (algunos pasajes Floydianos de discos como Meddle o Animals, trabajos de T-Rex y el trabajo de las bandas mexicanas antes mencionadas), el space rock (Hawkwind) y el sonido oscuro arrancado a volutas de los momentos más célebres de Sabbath; resultaría estéril y poco ilustrativo describir poco a poco cómo es que se incorporan estos elementos en el sonido concreto del stoner rock, por lo que servirá bastante para comprender mejor, escuchar temas como Look to your orb for the warning de Monster Magnet, Themes for the Scientist of the invisible de Masters of Reality, Green Machine de Kyuss o The blood is love de Queens of the Stone Age, cuyas discografías, por cierto, recomiendo altamente.

Por supuesto, al ser subgéneros que ven la luz pública casi simultáneamente, tanto las bandas de stoner rock llegan a rayar en lo grunge, ya por aspecto, ya por sonido, como las bandas mismas del grunge llegan a tener momentos stoner; Soundgarden, por ejemplo, en su disco Superunknown, llega a trabajar rayando los límites entre el grunge y el stoner, al igual que Alice in Chains en el Dirt (un buen ejemplo sería la canción Would?), de igual manera, Queens of the Stone Age llega a sonar grunge en temas como You think i ain't worth a dollar but i feel like a millionaire; son estos intercambios sónicos lo que lleva frecuentemente a confundir ambos subgéneros, y aunque a lo largo de ésta segunda parte se ha intentado clarificar en qué consisten las formas de los dos, cabe aclarar que hay diferencias muy marcadas entre ellos, por ejemplo, en la actualidad los dos han perdido terreno y audiencia, pero el stoner se sigue trabajando bajo los mismos estatutos, mientras que el grunge prácticamente ha perdido cohesión como movimiento colectivo, al punto de que bandas como Pearl Jam o Stone Temple Pilots son consideradas coloquialmente como parte del género denominado alternativo, en el que toda banda que sea difícil de englobar fuera de él, entra en él, lo cual es, desde mi punto de vista, bastante absurdo.

Existen un par de diferencias que considero sustancialmente trascendentes entre el stoner rock y el grunge, una de ellas es musical y la otra va más allá de la música: primero, debe reconocerse que el grunge trajo consigo a una camada de las mejores voces que se pueden escuchar en el rock, nombres como Layne Staley, Mark Lanegan, Kurt Cobain, Eddie Vedder, Scott Weiland o Chris Cornell, han quedado registrados en las páginas de la historia del rock como grandes voces, que le dan un sentido totalmente distinto al papel que desempeña el vocalista dentro de una banda, puesto que no son los típicos frontman carismáticos y extrovertidos, mucho menos un showman que te tiene entretenido durante los interludios que suceden entre el final del coro y el inicio del solo, no, todos ellos mostraban, y muestran, un carácter sombrío, rostros lúgubres y marcados por la experiencia que deja el saberse en la soledad, por lo que su personalidad se envuelve en un misticismo que hace que uno se entregue a la reflexión, guiado únicamente por el deslizamiento de sus tonos y sus texturas; lo anterior es algo que comúnmente no vemos en el stoner, pues el principal equipaje con que se cuenta para el viaje, es el elemento musical del stoner mismo, su pesadez, su oscuridad y la atmósfera que se crea, aunque existen momentos destacados, como sucede en el tema No one knows, de Queens of the Stone Age, pero generalmente es el elemento musical el que toma mayor importancia.

Segundo, a pesar de que las drogas juegan un papel muy importante en el stoner rock, son muy raros los casos de gente dedicada al stoner que terminen con un final trágico o de implicaciones legales y médicas, mientras que en el grunge parece formar parte de su efímera realidad; todos sabemos el final que tuvieron Cobain y Staley, por ejemplo, o los problemas que se acarreó Scott Weiland queriendo abastecerse de provisiones en un barrio de Brooklyn; Eddie Vedder ha tenido problemas con el alcohol muchas veces, los cuales ha sabido sobrellevar, al igual que Lanegan, pero por algo siguen vigentes en el rock, como Chris Cornell, cuyas aventuras con la heroína acabaron en buenos términos pero no lo llevaron a la perfección, por el contrario, le han metido en problemas vocales muy graves, al grado de que probablemente su participación en Audioslave haya sido su último momento glorioso como vocalista; en el stoner, tenemos el ejemplo de Dave Wyndorf, de Monster Magnet, que cayó en problemas de drogadicción, entró a rehabilitación, se hizo adicto al tratamiento que le dieron para superar su adicción a las otras drogas y ahora está en rehabilitación para superar su adicción al tratamiento, pero cuando nos detenemos a pensar en todo lo que eso le ha acarreado como músico, confirmamos lo que pasa cuando se deja de lado el rock y se le da prioridad a las drogas; con todo esto no estoy satanizando el uso de drogas, ni mucho menos estoy demeritando el trabajo de aquellos que para inspirarse usan drogas, ambos subgéneros nos han dejado episodios muy memorables como el disco In Utero de Nirvana, Ten de Pearl Jam o el Facelift de Alice in Chains, así como discos del calibre de Rated de Queens of the Stone Age, Dopes to Infinity de Monster Magnet o Welcome to the Sky Valley de Kyuss, pero sí creo que es importante considerar que al darle prioridad a lo accesorio, condenamos a la esencia a desaparecer. El rock siempre ha sido públicamente mal visto y juzgado severamente por todo lo accesorio que encierra, pero aquellos que han logrado atender con el esmero debido la esencia del rock, lo han colocado como una entidad inmortal, trascendente más allá de lo puramente musical, algo que muchas de las bandas en la actualidad han pasado por alto, pero el rock mismo se ha encargado de ponerlos en el lugar que les corresponde.

Cuando salió el disco Highly Evolved de The Vines, muchos pensamos que se trataba del resurgimiento comercial del grunge, pero bastó un par de años para deshacer ésa ilusa percepción, lo mismo pasó con el primer disco de la banda llamada Black Tide (no sé si hayan grabado más, la verdad), muchos tuvimos la pequeña esperanza de que se tratara de un nuevo aire del thrash metal, pero en cuanto vinieron a la Ciudad de México, nos dimos cuenta de que no se trataba de otra cosa más que de unos mocosos queriendo la vida del rockstar, mucha imagen y poco rock; el grunge tuvo su momento y lo desperdició, nos dejó una masa de adoradores nostálgicos y dependientes de los antidepresivos, muchos de ellos son los culpables de que existan cosas hoy en día como el emo y el que gustan de llamar screamo, como dice Jack Black: "grunge tried to kill the metal, they failed as they were thrown to the ground; grunge tried to dethrone the metal, but metal was in the way"; mientras tanto, el stoner rock le ha dado nuevos aires al metal, pero corre el riesgo de desaparecer por ser malinterpretado como un género que requiere drogas para existir; ambos comparten el origen de adolescentes marginados, sólo que la gente del grunge, quiso consumir todo lo que históricamente les había sido negado, enfermaron de fama y en ello les fue el rock que tenían, algunos lograron sobrevivir, es cierto, pero la escena en su conjunto ha tendido a la decadencia y la desaparición; por el contrario, el stoner ahí sigue, buscando darle más vida todavía al rock y el metal, no es coincidencia que la escena stoner rock, tenga tanta actividad entrelazada: Fu Manchu, Queens of the Stone Age, Mondo Generator, Masters of Reality, Monster Magnet, Them Crooked Vultures, The Atomic Bitchwax, Hermano, Orquesta del Desierto, Eagles of Death Metal y la participación de la mayoría de los miembros de éstas bandas en las llamadas Desert Sessions; quizá sea bien cierto que es casi inimaginable la cantidad de marihuana que se ha de fumar durante los ensayos y sesiones de grabación, pero el rock, ahí está como muestra de lo que se hace en el stoner rock, y es que, comparándolo con la escena grunge, es irrefutable que no es lo mismo stoned, que stoner.

Stoned imagen tomada del sitio http://robinsonvargas-robinson.blogspot.com

domingo, 3 de octubre de 2010

Stoner Rock I: a 19 años de Nevermind

En mayo de 1991, Kurt Cobain y Krist Novoselic, oriundos ambos del pequeño pueblo de Aberdeen, junto con el recién ingresado a las filas de Nirvana, el baterista Dave Grohl, entraban a los Sound City Studios, en Los Angeles, para grabar uno de los discos más representativos de la década de los 90's y de la historia entera del Rock, según la percepción general: Nevermind; originalmente se tenía pensado que el trabajo de la producción se llevara entre marzo y abril, pero debido a diversos factores, entre los que se encontraban el hecho de que la banda no había sido firmada aún por una disquera de renombre y la inactividad de Cobain, luego de que a principios de año, en los Smart Studios, se lastimara la voz durante la grabación de uno de los mejores temas que contendría el álbum. En aquél momento en que empezaron a grabar el disco, Nirvana tenía un contrato con la casa discográfica que históricamente podemos marcar como una de las principales referencias en el surgimiento y auge de la escena grunge, Sub-Pop Records, a quienes pidieron trabajar bajo el mando del productor Butch Vig, con el cual se identificaron plenamente y cuya intervención habría de ser fundamental en la creación de Nevermind.

El contrato con Sub-Pop estaba por vencer y la negociación de un nuevo contrato se veía distante, por lo que las sesiones de trabajo para el disco se detuvieron y el ambiente era de incertidumbre, orillando al grupo a llevar a cabo unas cuantas presentaciones para poder financiar la producción de los demos de algunos temas para el disco, los cuales serían enviados a Butch para que los analizara, hasta que el sello The David Geffen Company se fijó en la banda e inmediatamente los firmó, poniendo a su disposición los estudios Sound City, cuya infraestructura era cualitativamente superior a la de Smart Studios, aunque para la banda implicaba moverse de la zona de Seattle hasta Los Angeles, por lo que recurrieron nuevamente a la organización de algunas presentaciones que los dotaran del dinero suficiente para poder pagar el viaje; en dichas presentaciones, comenzaron a interpretar un tema nuevo que de inmediato dejaba ver su potencial como himno de una generación que años más tarde sería denominada como la generación X: Smells like teen spirit, una canción de sonido furioso y con un riff de inicio que quedaba grabado en el subconsciente casi instantáneamente; la letra, como en muchos de los temas del álbum, carece de una profundidad y un sentido claro, aunque incita directamente a hacer algo, lo que sea, pero hacerlo con la finalidad de plantar una postura; era como si Black Francis de pronto hubiera dejado explotar su corazón y los efectos de dicha explosión se hubieran dejado sentir en toda la estructura musical de los Pixies, de hecho, cuando Cobain empezó a componer las canciones para Nevermind, su intención era tomar como base los ritmos de los Pixies para crear temas más armónicos y melódicos, aunque su retorcido estilo terminaría por dotar a cada uno de los temas de una ferocidad muy distintiva del sonido de Nirvana y del grunge en general, sentando así las bases para el rock que se haría después de Nevermind.

Tenía yo en aquel entonces sólo tres años de edad, por lo que no puedo enarbolar recuerdos muy claros de aquella época, más allá de algunos sonidos e imágenes, entre los que se encuentran algunas canciones de Timbiriche y Gloria Trevi que mi mamá escuchaba a diario durante al menos cinco horas, algunas escenas de los Thunder Cats, unos cuantos dibujos de mis libros y una imagen que se quedó muy bien insertada en mi memoria: un bebé bajo el agua que miraba fijamente un billete, que aparecía entre las páginas de la revista Eres, la cual también leía constantemente mi mamá; nunca hubiera imaginado que se trataba de la portada del disco Nevermind, y mucho menos, que diez años después tendría en mis manos ése disco y que se convertiría en uno de mis favoritos, aunque honestamente me gusta más el disco In Utero, pero le guardo un cariño especial a Nevermind porque me sirvió como punto de partida para un recorrido interminable por una gran cantidad de bandas y álbumes de rock; más aún, cuando comencé a aprender a tocar guitarra, como cualquier otro guitarrista motivado por el rock, parte de los primeros objetivos de mi repertorio, serían precisamente los temas de Nevermind; cualquier otro que haya pasado por mi situación puede confirmar que Smells like teen spirit, es tema casi obligatorio para un aprendiz de guitarrista de rock.

Portada de Nevermind de Nirvana, tomada por Kirk Weddle

El día que escuché por primera vez Nevermind, estaba un tanto escéptico de su poderío, me preguntaba ¿por qué tanta pleitesía para éste disco?, pero desde que empezaba a sonar Smells… el impacto auditivo fue fulminante, en cuestión de segundos, mi cabeza y mi cuerpo cobraban autonomía ajena a mi voluntad; luego llegó In Bloom, con su sencillez pero de una intensidad semejante a la de la pieza anterior, bastó con un par de escuchas para que se convirtiera en una de mis canciones favoritas, pues hay que destacar el sonido de la voz de Cobain en ésta canción, desgarradora y a la vez melódica; no sé si con el paso de los años, Kurt Cobain pueda ser considerado como una de las mejores voces del rock, personalmente me gusta más la voz de Layne Staley, pero creo que bastará con escuchar activamente Nevermind e In Utero para darse cuentas de que si Cobain no puede ser considerado una de las mejores voces del rock, no es por falta de méritos.

Siguiendo con el recorrido por el tracklist de Nevermind, ¿quién puede olvidar el sonido de entrada de Come as you are?, un sonido hipnótico, aún hoy en día, no he encontrado efecto en pedal alguno que consiga ese efecto, ni aún poniendo a tope el reverb, obviamente lo existe, pero para mi limitada capacidad guitarrística, sigue en el anonimato; aunado a eso, siempre me he preguntado ¿a quién le pedía Cobain que se mostrara en su existencia pura?, ¿a Satán?, ¿a su lánguida y excéntrica persona?, no lo sé; Butch Vig habría de referirse al respecto de las letras de Cobain argumentando que "aún cuando su canto careciera de claridad y sentido, sabes que es intenso como el infierno"; por otra parte, en la biografía de Kurt Cobain, escrita por Charles Cross, el autor afirma que la mayoría de las letras de Nevermind, fueron modificadas por Cobain con el fin de hacer mención a la relación con su ex novia Tobi Vail, brindando algunos ejemplos para sustentar dicho argumento; en lo personal, no sé si Vig haya estado alguna vez en el infierno como para saber de su intensidad, tampoco sé de la fidelidad de las fuentes de Cross (no he leído la biografía), pero lo que puedo decir respecto a mi roce con la lírica de Cobain, específicamente de la que aparece en Nevermind, es que se nota cierta orientación hacia alguien o algo con quien existió una relación subyugante y cuya ruptura trascendió más allá de lo evidente en él. Pero basta de buscar segundas opiniones basadas en una evaluación freudiana, que era algo a lo que públicamente el mismo Cobain mostró su repudio, empecemos a enfocarnos en el impacto de Nevermind.

Antes de Nirvana y de los protagonistas de la escena grunge de los 90's, existía ya toda una oleada de bandas que los medios de difusión se encargaron de bautizar como la escena del noise rock, progenitores en la década de los 80's, según los mismos medios, del grunge; entre  dichas bandas, se encontraban Sonic Youth, Dinosaur Jr., Pixies y hasta The Velvet Underground, por supuesto, en esa década ya existían bandas como los Screaming Trees, Kyuss e incluso Soundgarden, quienes ya empezaban a darle cuerpo al grunge; en ése sentido, Nevermind, y obviamente Nirvana, no son otra cosa sino la presencia de un cuerpo que ya tenía forma, la fuerza que le abriría el camino a toda una camada de bandas, en su mayoría de Seattle y lugares aledaños, hacia los menesteres del mainstream: Pearl Jam, Soundgarden, Stone Temple Pilots, Alice in Chains, Silverchair; cabe hacer una aclaración en éste punto, para evitar confusiones: aunque las bases de las que se sirvieron los críticos e historiadores de la música popular para determinar el origen del grunge, fueron las llamadas bandas de noise rock, no existe una identidad entre tales bandas, puesto que Dinosaur Jr., Pixies, Sonic Youth y The Velvet Underground, pueden considerarse como pioneros de lo que hoy se conoce como indie rock (un absurdo), mientras que los Screaming Trees, Soundgarden y Kyuss (especialmente ésta banda) fueron parte fundamental del desarrollo del stoner rock que empezó a dar sus primeros pasos con bandas de la talla de T-Rex; lo anterior nos llevará a comprender que aún cuando hoy hay bandas "indie" que se esfuerzan por sonar incoherentes, musicalmente amorfas y altamente ruidosas, no se les puede considerar como grunge o stoner, de igual manera, el que una banda sea clasificada de grunge, no significa que equivalga a stoner y viceversa, aunque ambos géneros tengan un factor común: Black Sabbath.

Así, el 24 de septiembre de 1991, sale a la venta Nevermind, derrocando en tan sólo unas semanas ni más ni menos que a Dangerous de Michael Jackson, con lo que se abre el trono que durante más de diez años ocupaba el heavy metal en la escena popular musical para cederle terreno a eso que conocemos hoy como grunge, así como para destapar el vasto mundo de uno de mis géneros favoritos: el stoner rock; junto con Nevermind aparece todo un catálogo de álbumes y bandas de muy alta calidad, canciones de manufactura muy elaborada, cuya creación se ve mayormente influida por el uso de sustancias alterativas de la consciencia, es cierto, pero los resultados que se obtienen y las comprobaciones de la energía contenida en cada una de éstas bandas en sus presentaciones en vivo, son evidencia inequívoca de que el rock que se empezó a hacer desde finales de los 70's y que vio su clímax durante los 90's, desmitificaría en parte al rock & roll, pero lo ensalzaría hasta llevarlo a sus manifestaciones más extremas e intensas, dejando un legado para el nuevo siglo por medio de bandas como Nirvana, Alice in Chains, Soundgarden, Pearl Jam, Screaming Trees, Stone Temple Pilots, Kyuss, Queens of the Stone Age y Tool (que no es precisamente grunge o stoner, pero es indudablemente pilar del rock hoy en día), y trayendo consigo una oleada de los mejores vocalistas que se han visto en el género entero.

En la siguiente entrada, revisaremos en qué consisten el grunge y el stoner, y sin ahondar en genealogías de ambos géneros, veremos cuáles son algunas de sus semejanzas y diferencias, así como el lugar que se han ganado dentro del rock; personalmente, me gusta más el stoner rock que el grunge, pero sólo ligeramente, pues varias de mis bandas favoritas entran en el género del grunge, pero curiosamente también andan en el stoner, por lo que mi gusto está más orientado a las bandas de stoner rock y los momentos más stoner, musicalmente hablando, claro, de algunas bandas de grunge; el punto de partida ha sido la mención del disco Nevermind de Nirvana y el parteaguas que significó dentro del rock, sin embargo, es sólo la base sobre la que se erige el rock de nuestros días, pero lo importante de géneros como el grunge y el stoner, es la actitud que emana de esa música que históricamente ha significado la diferencia entre dejar el marginalismo y entrar a la magnificencia.